Crista Clarividente

lunes, 24 de febrero de 2014

Era un árbol frondoso y robusto,
raíces profundas sin dudar,
sus ramas daban sombra a todo el que pasaba
y fruto a todo el que posaba,
cuando, en este día cálido y hermoso
un sol radiante y esplendido
nubes que adornaban el extenso manto azul
mientras la brisa acariciaba todas mis ramas.
Todo parecía ser perfecto,
era resistente a altas temperaturas,
no había tormentas que doblegara a este árbol
ni temporadas en el año que borrara su sonrisa.
de repente… el gran manto azul iba cediendo ante la cortina gris oscura que la arropaba
eran densas y abrumadora…
pareciera de esos días huracanados que cambian los tiempos y la historia
lluvias torrenciales y fuertes vientos rodeaban mi entorno como nunca antes,
mientras recordaba los días de calor y contemplaba el firmamento bajo la capa azulada
acompañada de un inolvidable sol que alumbraba…
mientras aún la noche resplandecía con la señora luna y sus hijas las estrellas
quienes visitaban a diario para regalarme su concierto celeste.
Esta vez llegó, pero fría y sin estrellas
no había concierto celeste que aliviara los desesperantes días y noches de tormenta
mis ramas ya no daban sombra
ya no era el hermoso y atractivo árbol que todos contemplaban y admiraban,
mis raíces parecieran colapsar ante las copiosas lluvias, el gran viento azota con ímpetu,
el frió ha hecho una corteza fuerte a mi alrededor.
Pareciera que mi suplica haya sido escuchada
como si las sabanas azules adornadas con algodón quisieran arroparme nuevamente.
la gran tormenta está desapareciendo!
como si hubiera pagado el más alto de los precios para que las constelaciones quieran
visitarme y darme el más bello de los conciertos..
como si hubiesen afinado sus instrumentos en ausencia para tocar sólo para mí
veo la señora luna como nunca antes elegante,
sus hijos nadan en el firmamento de extremo a extremo, mientras sus hermanas
permanecen quietas contemplando mi rostro maravillado ante la magnitud del evento.
los rayos del señor del día comienzan a acariciar mis ramas
mientras su calor se lleva cada partícula del frió que me arropaba.
Todo volvió a la normalidad, ahora solo queda la experiencia.
donde cada día que pasa soy más fuerte y mis raíces profundizan cada vez más,
ahora hago del fuerte viento melodías y de la lluvia música,
de las densas nubes pausas, para reposar mientras llega el próximo día de sol. Y así poder realizar mi gran sueño. Ser árbol


A las puertas estoy. A las puertas de esta inmensa soledad
Esta soledad que me priva de aire que me impide respirar
Respirar la dicha de la libertad
A  las puertas  estoy, del abismo que más cercano y grande se hace a mí caminar
Camino que no tiene señales, ni atajos por los cuales antes llegar
Camino que más que camino  se hace laberinto  al caminar
Laberinto  de  emociones, de miedos y de pasiones
Pasiones olvidadas, que claman cada noche por hacerse un lugar
Emociones reprimidas, que gritas en soledad
Miedos, lo miedos que pesan como losas y no logras avanzar
Avanzar hacia donde, hacia qué lugar, hacia que sitio,
 Ese sitio  que se llama libertad,

M.R



Sergio Dalma "Tú" - Via Dalma