Crista Clarividente

viernes, 10 de enero de 2014

El camino es de guijarros

El camino es de guijarros, lleva a tu casa.
Brillan las estrellas que incendian en destellos las piedrecitas que me guían,
ando leve, con los pies desnudos. En silencio.
Te imagino dormido. A lo lejos ulula un buho y una nube asienta la luna.
Tras el recodo se perfilan las márgenes que habitas y, travieso, mi corazón se escapa y corretea alegre, sin cuidado, moviéndolo todo… acariciando las ramas que riberean la sendilla, levantando polvo en sus volteretas, asustando a las luciérnagas y polillas. Corro tras él, en vano. “Cuída no despertarle”, le digo. Pero entra en tu casa, despierta a los duendes, espanta la oscurana…
Desde el umbral lo veo, acodado junto a tí, muy cerquita.
Tu almohada está tibia,
y la cama es un océano sin márgenes
donde el amor habita.
Cada noche, desde el principio de los tiempos, vengo a dormir a tu lado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario