POSESIÓN...
Reclinado a mis pies
rebelde demonio
de los ojos claros
arde el infierno
en tu sangre
ante mi proximidad
Te quemas
te incendio lentamente
en tu propio fuego
del cual soy dueña
Piensas
que me tienes
y en realidad te tengo,
sometido bajo el vértigo
de mis excentricidades.
Me he adueñado
poco a poco
de tu inquieta alma
de tus bajos instintos
de la efervescencia tus sentidos...
La guardo celosamente
bajo las siete llaves de lo eterno
en el dorado e inalcanzable cofre
de mis mas preciadas posesiones
Sonríes
soberbio y seguro de ti mismo
es que nada sabes
¿O tal vez lo sabes todo?
Tu provocadora boca
que tanto me conoce
florece voraz en su esplendor
Ella guarda todos los secretos
de un prohibido Edén,
escenario de cadentes pecados
y dulces traiciones milenarias
Cautivo yaces a mis pies
preso de mis caprichos
sin resistencias, ni oportunidades,
porque nos las habrá...
Debes saber ahora
mi impiadoso verdugo
que me perteneces
y no habrá atenuantes.
Es que en un descuido
el látigo cambió de manos
y una vez más el alumno
superó al Maestro...
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