" Los hijos son como las cometas.
Se pasa uno la vida tratando de hacerlos levantar el vuelo , y corres de su mano hasta que a una y a ellos les falta el aliento. A veces se estrellan... o dan contra el techo... Una los remienda, los consuela, los ajusta, les enseña. Ve que el aire los eleva, y les asegura que algún día volverá.
Por fin se remontan en el espacio: necesitan más cuerda y una se las suelta, pero en cada vuelta del ovillo, la tristeza se mezcla con la alegría. La cometa se aleja más y más, y una sabe que dentro de poco esa hermosa criatura romperá el hilo que la une a nosotras y volará como es preciso que vuele libre por sí sola. Entonces comprende una, que ha cumplido con su deber"... . (Autor Erma Bombeck) .
Pero el corazón queda expectante, siempre alerta, pronto para cobijar, proteger....... no hay tregua, ahí entre los arbustos estamos observandoles y si necesitan algo siempre prontas para ayudar.
Es una de tantas cosas que debo dar gracias, el haber nacido mujer y tenido la posibilidad de corretear esa cometa. .
A esta altura de mi vida no me arrepiento de haber dejado algunas cosas sin realizar porque la maternidad exigía otros tiempos. Y sin duda vale la pena saber entregarse como madre en el momento indicado, claro que sin dejar de ser mujer, pero....los hijos no piden venir, nosotros los traemos y hay que ser responsable de su crianza.
Y sigo pensando que .....De volver a nacer..... elijo : nacer mujer. (eso si con los ojos más abiertos!!!!)
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