Crista Clarividente

miércoles, 25 de abril de 2012











Cuando ores, sé como la montaña
en calma, en silencio;
enraizados los pensamientos en la eternidad.
No hagas nada, sólo siéntate, sólo sé;
y cosecharás el fruto de la oración.
Cuando ores, sé como la flor
estirándose hacia el sol;
con el tallo erguido cual columna.
Estate abierto, dispuesto a aceptarlo todo sin miedo
y no te faltará la luz en tu caminar.
Cuando ores, sé como el océano
calmado en lo profundo,
con las olas subiendo y bajando.
Mantén la calma de tu corazón
y los malos pensamientos desaparecerán por sí solos.
Cuando ores, recuerda el aliento
que nos convirtió en vivientes:
de Dios procede, a Él regresa.
Une la Palabra y la oración con la corriente de la vida
y nada se interpondrá entre ti y el Dador de vida.
Cuabdo ores, sé como el pájaro,
que canta sin cesar ante el Creador,
con su canto elevándose como incienso.
Ora como la tórtola
y nunca te desanimarás.

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