Es difícil a veces decir adiós. Cuesta pasar página, asumir que las cosas se acaban, que la vida son ciclos, páginas que hay que pasar, para llegar a las páginas en blanco, donde continuar escribiendo nuestra historia.
Es difícil olvidar, no caer en la melancolía, que junto con la curiosidad, capacidad innata de las personas, nos lleva a recordar cosas pasadas, y sentir tristeza.
Quizá algo no fue como quisimos. Quizá las cosas no salieron como esperábamos. Quizá esa persona no fue la adecuada, no estuvo a la altura. O la situación no fue la más propicia. Quizá el error fuimos nosotros. O quizá no hubo error, y las cosas sucedieron porque debían suceder...
Sin embargo, cuesta mucho aceptar eso. Siempre nos queda la rabia, la tristeza, la impotencia de no poder cambiar lo que ocurrió, o cómo ocurrió. Eso nos lleva a sentirnos mal, angustiados, tristes, a anhelar...
A veces estamos así por alguna persona. Cuando una relación termina siempre hay alguien que pierde más, normalmente el que más da. Y casualmente, éste que más da, es quien peor lo pasa, y a quien más le cuesta reponerse y rehacer su vida.
Hay gente a la que le duele ver a sus ex-parejas con una nueva pareja. Con una nueva vida. Incluso algunas de estas personas desearían ser esa nueva pareja. Caen en una espiral de pena, tristeza y anhelo, que les lleva a desear eso, en brazos de la melancolía.
Piensan "nunca encontraré a nadie, perdí mi oportunidad, desperdicié mi vida...". Viven anclados al pasado, sin darse cuenta que en la vida, sólo importa el "hoy", que será tras un mañana, convirtiéndose en ayer después de un hoy...
Si esa persona ha rehecho su vida...¿no tienes tú el mismo derecho? ¿no puedes ser tú felíz también? ¿no crees que eres lo suficientemente importante para tí mism@, como para dejar de pensar en cómo le irá a otra persona, y empezar a pensar en tí? Solemos caer con demasiadra frecuencia en la melancolía y la curiosidad, aún cuando va en contra de nuestro propio bienestar, de nuestra calma, de nuestra felicidad. Como he dicho antes, la vida son etapas, ciclos, páginas que se pasan para llegar a los folios en blanco, donde seguir escribiendo nuestra historia. Hay que dejar de releer páginas ya escritas, y continuar escribiendo el libro de nuestra vida, porque todavía queda mucho por escribir...
Cuesta decir adiós, pero tras cada adiós sempre habrá un "bienvenid@". Cada etapa que acaba, comienza con otra nueva que todavía no sabemos cómo será, pero que seguro que es mucho mejor. La vida hay que tomarla como un continuo aprendizaje, un fluir, no se detiene; entonces ¿por qué detenerte pensando en el pasado, y desperdiciar el tiempo pensando en lo que pudo ser, en lugar de emplearlo en lo que quieras que sea?
Y miientras, en el trancurso de la llegada de esa nueva etapa, en lugar de recordar, sueña. Imagina qué quieres que venga, cómo quieres que sea. Somos tan idiotas que nos preocupamos de los dos únicos días sobre los que no podemos hacer nada: ayer y mañana. Importa hoy, y lo que hoy quieras, sientas o imagines, será lo que consigas mañana. ¿De qué sirve recordar ayer, si mientras recuerdas ayer no vives "hoy"? Todo cuesta, todo tiene su proceso. Lo importante es aprender que todo llegará, y aprovechar la espera de forma productiva...
Si algo no es como esperas no sigas empecinad@ en que ha de ser. Simplemente olvida. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento siempre es opcional.
Busca lo que de verdad te llene. Busca lo que de verdad te haga sentir. La atracción es sólo algo físico, la belleza algo que se compra, el dinero algo que nunca te hará mejor. Ni la fama, las propiedades, el status...
La vida sólo es una, y no se puede vivir mirando hacia el camino que anda otro, sin pestar atención al camino que tú mismo recorres, pues si no miras por dónde andan tus pies, caerás y el mundo no se detendrá por tí...
Hay que aprender que las cosas terminan. Todo tiene un final. Todo se acaba. Antes o después. Y cuando seamos capaces de aprender a decir adiós sin rencores, sin melancolía, entonces estaremos preparados para continuar caminando con seguridad, con firmeza, y con la sabiduría necesaria para no cometer los mismos errores que nos hicieron caer.
Cuesta asumir una ruptura, o un amor no correspondido. Pero siempre tenemos que pensar que si las cosas no son es porque merecemos algo mejor, y algo mejor vendrá. Lo que tenga que ser, acabará siendo...
Lo mejor no es siempre lo más atractivo a la vista. Lo mejor, casi siempre, está en cosas que a simple vista no se ven, pues cuando algo es realmente bueno, no necesita reclamar la atención.
Ama, perdona y olvida. Y mira siempre hacia adelante...pues siempre lo mejor está por venir...
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