SOLTAR AMARRAS
Para emprender un nuevo viaje hay que soltar amarras.
Dejar atrás una puerta que se cerró.
Una casa vieja y cansada.
Un puerto donde fuimos lo que somos.
Ese equipaje viene con nosotros y en nosotros se queda.
Hay huellas que no borrará el tiempo, que nos conforman.
Silencios que lo saben todo sobre nosotros.
Palabras con las que nos mentimos y nos hicieron ser mentira.
Para emprender un nuevo viaje hay que soltar amarras y decidirse a navegar.
Y no tirar el miedo por la borda, más bien dejar que nos aconseje.
No cambiar nada, más bien dejar que cada cosa ocupe su lugar.
Dejarse ir. que no llevar.
Dejar que la soledad sea la luz que todo lo clarifica y que bajo la claridad de la conciencia, Poder activar en el cuerpo la brújula hacia Ítaca, Shambhala,
qué más da, puedes llamarle como quieras si en definitiva,
es cualquier destino que te lleve de vuelta a casa.
Y de nuevo partir al llegar, hasta encontrar tu hogar en cualquier sitio,
allí donde todo sea una misma cosa, donde todo sea uno.
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