Un cuento tradicional zen cuenta la historia de un hombre rico
que no soportaba gastar ni siquiera un céntimo de su fortuna.
Un día el maestro zen Mo Hsin fue a visitarlo y le dijo:
-Suponga que mi puño estuviera cerrado así para siempre,desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio;
¿Cómo llamaría a esto?
-Una deformación.
-Suponga que esta mano estuviera abierta así para siempre,
desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio;
¿Cómo llamaría a esto?
-Eso también sería una deformación.
-Entonces, solo es preciso que usted
comprenda lo que acabamos de conversar
para que se convierta en un hombre rico y feliz.
que no soportaba gastar ni siquiera un céntimo de su fortuna.
Un día el maestro zen Mo Hsin fue a visitarlo y le dijo:
-Suponga que mi puño estuviera cerrado así para siempre,desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio;
¿Cómo llamaría a esto?
-Una deformación.
-Suponga que esta mano estuviera abierta así para siempre,
desde el nacimiento hasta la muerte, sin cambio;
¿Cómo llamaría a esto?
-Eso también sería una deformación.
-Entonces, solo es preciso que usted
comprenda lo que acabamos de conversar
para que se convierta en un hombre rico y feliz.
Cuento anónimo de la tradición zen
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