Crista Clarividente

martes, 12 de marzo de 2013


Aceite de Árnica.
La árnica es una planta aromática que era muy popular entre los pastores y campesinos, que la utilizaban tradicionalmente en forma de tintura para uso externo o fumaban sus hojas para aliviar la tos y la bronquitis. En forma de tintura se usaba antiguamente como cicatrizante y desinfectante de heridas. Y algunas tribus germánicas ya conocían sus propiedades medicinales.

Principalmente, las propiedades del aceite de esta planta, son de carácter antiinflamatorio SIEMPRE usado de uso tópico sobre la piel. También tiene propiedades que actúan aliviando el dolor por lo que podemos aplicar este aceite cuando nos hemos dado un golpe, una torcedura, esguinces, etc.

El Árnica provoca un incremento en el flujo sanguíneo al área en que se aplica. Su uso inmediatamente después de haber sufrido un golpe o contusión ayuda a evitar la aparición de moretones.

En invierno puedes masajear tus extremidades con Aceite de Árnica cuando salgas de la ducha por la mañana, esto mejorará tu circulación sanguínea y, por tanto aumentará tu temperatura corporal.

NO debe utilizarse JAMÁS internamente (existe riesgo de arritmia cardiaca, fuerte irritación del tracto digestivo y toxicidad en el sistema nervioso) ni sobre heridas abiertas ni quemaduras.

El Árnica tiene propiedades antisépticas, antibacterianas, propiedades descongestivas y antihongos. También estimula la formación de los tejidos granulares acelerando así el proceso de curación. Elimina microorganismos y evita que las bacterias y los hongos patógenos se multipliquen.
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