POLEN
El polen es el elemento fecundante de las plantas. La morfología del polen, no sólo permite su identificación botánica sino que influye en su preferencia para ser recolectado por las abejas; por ejemplo, los granos lisos son polinizados por el aire y los de superficie reticulada, espinulada o estriada son polinizados por insectos. En el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York se conserva un relieve asirio de los años 800 a.C. con un ser mitológico espolvoreando polen sobre palmeras de dátil , tan lejos parece remontarse la polinización artificial para mejorar el rendimiento de las cosechas agrícolas. La abeja Apis mellifera es un polinizador muy eficiente porque su cuerpo roza y transporta los granos de polen que se le adhieren por cargas electrostáticas, desde las anteras maduras hasta el estigma de la misma flor o de otra. El polen recolectado por las abejas en las anteras de las flores, es transportado a la colmena y se deposita en los panales cerca de la cría, donde será utilizado para su alimentación. En comparación con la miel que es rica en carbohidratos, el polen es rico en proteínas.
Se conoce como polen apícola a una mezcla de pellets de polen de diferentes colores recolectado por A. mellifera en flores de diversas especies, removido por movimientos complejos entre las patas y los apéndices bucales, compactado con néctar en las corbículas de sus patas posteriores y transportado a la colmena. Los apicultores utilizan trampas de polen de diversos diseños para recolectar el polen corbicular con rejillas antes de su entrada a la colmena, donde sería utilizado para alimentar a la cría. Por este motivo, la corbícula ubicada en la sección posterior de la tibia de una abeja obrera, se conoce también como cesta de polen.
El polen apícola se consume directamente o se procesa en extractos con propiedades farmacológicas (como suplemento nutricional por su actividad hormonal, antibiótica, antioxidante y por su contenido de vitaminas) y cosméticas (en cremas nutritivas, ungüentos, emulsiones, detergentes como champú, jabón y baño de espuma). España es un gran productor de polen apícola y se han estudiado sus propiedades nutritivas y microbiológicas. Su uso como suplemento nutricional no sólo se limita al hombre, también es utilizado en alimentos de mascotas, equinos y por supuesto abejas.
Según su origen botánico el polen apícola varía de color y puede estar compuesto por 7.0 – 35.0% proteínas, 15.0 – 50.0% de azúcares, 7.0 – 10.0% de humedad, 5.0% de extracto etéreo y 3.0% de cenizas. Al igual que la miel de abejas, contiene componentes como flavonoides, carotenoides, vitaminas( riboflavina, piridoxina, vitamina PP, ácido pantoténico, vitamina C,vitamina B1), minerales (hierro, magnesio ,potasio, sodio, calcio, cobre, zinc), terpenos, aminoácidos libres ( arginina, lisina, histidina, fenilalanina, tiroxina leucina, isoleucina, metionina, valina, glicina, prolina, ácico glutámico, treonina, ácido aspártico, triptófano, cistina), ácidos nucleicos, enzimas y factores de crecimiento.
El polen mejora las condiciones vitales del organismo. Las propiedades revitalizantes del polen fueron descubiertas en el año 1946 por el profesor ruso N. Tystin. Este investigador se dio cuenta que la mayoría de los componentes del estudio superaban los 100 años de edad y casi todos ellos trabajaban de apicultores por lo que consumían polen y miel diariamente. Numerosos estudios realizados posteriormente han llegado a la conclusión que, después de unos días de tomar polen, el organismo se siente más vigoroso. La razón de esta propiedad se centra en su contenido equilibrado en carbohidratos, en su riqueza en proteínas, enzimas (especialmente amilasa e invertasa) y fitoesteroles. Contiene vitamina B, Vitamina C y vitamina E y otros antioxidantes, como la rutina, el selenio y los betacarotenos. Aunque el polen resulta muy adecuado para todas las personas, excepto aquellos que tienen alergia al polen, está especialmente indicado en casos de convalecencia o para prevenir la aparición de enfermedades al dotar al organismo de una mayor resistencia contra las mismas.
Las personas con anorexia, pueden incrementar su deseo de ingerir alimentos después de tomar polen durante algunos días. Con ello pueden recuperar peso y encontrarse mejor. Los estudiantes, cansados o débiles, física o mentalmente, pueden renovar sus fuerzas, su deseo de estudiar o su falta de memoria. Los trabajadores que realizan grandes esfuerzos físicos, los deportistas, excursionistas, amas de casa, etc pueden aprovecharse de sus propiedades energéticas y revitalizantes para resistir mejor el esfuerzo diario.
Aquellas personas que sufran de estrés, de nerviosismo, se sientan irritados o deprimidos habitualmente o experimenten una depresión de otoño-invierno o una depresión post-parto pueden mejorar su condición con el uso del polen.
El polen no representa el antídoto para la eterna juventud aunque si puede mejorar las condiciones de las personas mayores. Al tener un efecto rejuvenecedor sobre las células del organismo, puede retrasar los síntomas del envejecimiento. De la misma manera, tiene un efecto reconstituyente y remineralizante.
—El polen es el elemento fecundante de las plantas. La morfología del polen, no sólo permite su identificación botánica sino que influye en su preferencia para ser recolectado por las abejas; por ejemplo, los granos lisos son polinizados por el aire y los de superficie reticulada, espinulada o estriada son polinizados por insectos. En el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York se conserva un relieve asirio de los años 800 a.C. con un ser mitológico espolvoreando polen sobre palmeras de dátil , tan lejos parece remontarse la polinización artificial para mejorar el rendimiento de las cosechas agrícolas. La abeja Apis mellifera es un polinizador muy eficiente porque su cuerpo roza y transporta los granos de polen que se le adhieren por cargas electrostáticas, desde las anteras maduras hasta el estigma de la misma flor o de otra. El polen recolectado por las abejas en las anteras de las flores, es transportado a la colmena y se deposita en los panales cerca de la cría, donde será utilizado para su alimentación. En comparación con la miel que es rica en carbohidratos, el polen es rico en proteínas.
Se conoce como polen apícola a una mezcla de pellets de polen de diferentes colores recolectado por A. mellifera en flores de diversas especies, removido por movimientos complejos entre las patas y los apéndices bucales, compactado con néctar en las corbículas de sus patas posteriores y transportado a la colmena. Los apicultores utilizan trampas de polen de diversos diseños para recolectar el polen corbicular con rejillas antes de su entrada a la colmena, donde sería utilizado para alimentar a la cría. Por este motivo, la corbícula ubicada en la sección posterior de la tibia de una abeja obrera, se conoce también como cesta de polen.
El polen apícola se consume directamente o se procesa en extractos con propiedades farmacológicas (como suplemento nutricional por su actividad hormonal, antibiótica, antioxidante y por su contenido de vitaminas) y cosméticas (en cremas nutritivas, ungüentos, emulsiones, detergentes como champú, jabón y baño de espuma). España es un gran productor de polen apícola y se han estudiado sus propiedades nutritivas y microbiológicas. Su uso como suplemento nutricional no sólo se limita al hombre, también es utilizado en alimentos de mascotas, equinos y por supuesto abejas.
Según su origen botánico el polen apícola varía de color y puede estar compuesto por 7.0 – 35.0% proteínas, 15.0 – 50.0% de azúcares, 7.0 – 10.0% de humedad, 5.0% de extracto etéreo y 3.0% de cenizas. Al igual que la miel de abejas, contiene componentes como flavonoides, carotenoides, vitaminas( riboflavina, piridoxina, vitamina PP, ácido pantoténico, vitamina C,vitamina B1), minerales (hierro, magnesio ,potasio, sodio, calcio, cobre, zinc), terpenos, aminoácidos libres ( arginina, lisina, histidina, fenilalanina, tiroxina leucina, isoleucina, metionina, valina, glicina, prolina, ácico glutámico, treonina, ácido aspártico, triptófano, cistina), ácidos nucleicos, enzimas y factores de crecimiento.
El polen mejora las condiciones vitales del organismo. Las propiedades revitalizantes del polen fueron descubiertas en el año 1946 por el profesor ruso N. Tystin. Este investigador se dio cuenta que la mayoría de los componentes del estudio superaban los 100 años de edad y casi todos ellos trabajaban de apicultores por lo que consumían polen y miel diariamente. Numerosos estudios realizados posteriormente han llegado a la conclusión que, después de unos días de tomar polen, el organismo se siente más vigoroso. La razón de esta propiedad se centra en su contenido equilibrado en carbohidratos, en su riqueza en proteínas, enzimas (especialmente amilasa e invertasa) y fitoesteroles. Contiene vitamina B, Vitamina C y vitamina E y otros antioxidantes, como la rutina, el selenio y los betacarotenos. Aunque el polen resulta muy adecuado para todas las personas, excepto aquellos que tienen alergia al polen, está especialmente indicado en casos de convalecencia o para prevenir la aparición de enfermedades al dotar al organismo de una mayor resistencia contra las mismas.
Las personas con anorexia, pueden incrementar su deseo de ingerir alimentos después de tomar polen durante algunos días. Con ello pueden recuperar peso y encontrarse mejor. Los estudiantes, cansados o débiles, física o mentalmente, pueden renovar sus fuerzas, su deseo de estudiar o su falta de memoria. Los trabajadores que realizan grandes esfuerzos físicos, los deportistas, excursionistas, amas de casa, etc pueden aprovecharse de sus propiedades energéticas y revitalizantes para resistir mejor el esfuerzo diario.
Aquellas personas que sufran de estrés, de nerviosismo, se sientan irritados o deprimidos habitualmente o experimenten una depresión de otoño-invierno o una depresión post-parto pueden mejorar su condición con el uso del polen.
El polen no representa el antídoto para la eterna juventud aunque si puede mejorar las condiciones de las personas mayores. Al tener un efecto rejuvenecedor sobre las células del organismo, puede retrasar los síntomas del envejecimiento. De la misma manera, tiene un efecto reconstituyente y remineralizante.
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