FLOR DE LOTO
El loto es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo Sagrado y de lo Puro.
El significado original del loto se extrae de la siguiente similitud:
Así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad del estanque, sube a la superficie del agua y se abre después de haberse elevado por encima de su nivel, sin mantener contacto ni con la tierra ni con el agua, a pesar de haber nacido de ellas.
Así el espíritu, nacido de este mundo, abre sus pétalos, sus cualidades, después de haberse liberado de la corriente burbujeante de las pasiones y de la ignorancia y de haber transformado las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, la consciencia iluminada (bodhi-citta), la incomparable gema (mani) en la flor de loto (padma).
Del mismo modo el Santo, por su altura espiritual, está por encima del universo. Sus raíces permanecen en las sombrías profundidades del mundo, pero su cabeza se eleva hacia la plenitud de la luz. Abarca los mismo las profundidades que las cimas, la oscuridad como la luz, lo material como lo inmaterial, la limitación de lo individual y lo universal sin límites, la forma y la no-forma, el samsarâ y el nirvâna, todo ello gracias a la síntesis viva de su identidad.
Por eso se dice del que está totalmente despierto:
« El Iluminado no es prisionero ni del Ser ni del No Ser, el Santo se escapa a todos los opuestos.» (Nâgârjuna).
Si el empuje hacia la luz no estuviera ya latente en el germen escondido en la profunda oscuridad de la tierra, el loto jamás tendería hacia la luz...
El loto es el símbolo del desarrollo espiritual, de lo Sagrado y de lo Puro.
El significado original del loto se extrae de la siguiente similitud:
Así como la flor de loto se abre paso desde el fondo de la oscuridad del estanque, sube a la superficie del agua y se abre después de haberse elevado por encima de su nivel, sin mantener contacto ni con la tierra ni con el agua, a pesar de haber nacido de ellas.
Así el espíritu, nacido de este mundo, abre sus pétalos, sus cualidades, después de haberse liberado de la corriente burbujeante de las pasiones y de la ignorancia y de haber transformado las fuerzas tenebrosas de las profundidades en la pureza clara del néctar de las flores, la consciencia iluminada (bodhi-citta), la incomparable gema (mani) en la flor de loto (padma).
Del mismo modo el Santo, por su altura espiritual, está por encima del universo. Sus raíces permanecen en las sombrías profundidades del mundo, pero su cabeza se eleva hacia la plenitud de la luz. Abarca los mismo las profundidades que las cimas, la oscuridad como la luz, lo material como lo inmaterial, la limitación de lo individual y lo universal sin límites, la forma y la no-forma, el samsarâ y el nirvâna, todo ello gracias a la síntesis viva de su identidad.
Por eso se dice del que está totalmente despierto:
« El Iluminado no es prisionero ni del Ser ni del No Ser, el Santo se escapa a todos los opuestos.» (Nâgârjuna).
Si el empuje hacia la luz no estuviera ya latente en el germen escondido en la profunda oscuridad de la tierra, el loto jamás tendería hacia la luz...
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