Crista Clarividente

miércoles, 17 de agosto de 2011

UN PRECIOSO CUENTO




Había un viudo que vivía con sus dos hijas curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. A algunas de ellas, él sabía responder, a otras no..

Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina.

El sabio siempre respondía a todas las preguntas sin ni siquiera dudar.
Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.

“¿Qué vas a hacer?” –preguntó la hermana.
“Voy a esconder la mariposa en mis manos y preguntarle al sabio si está viva o muerta”

“Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré.
Y así, cualquiera que sea su respuesta, 

¡será una respuesta equivocada!”

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.
- “Tengo aquí una mariposa azul. Dígame, sabio, ¿está viva o muerta?”

Muy calmadamente el sabio sonrió y respondió:
“Depende de ti... Ella está en tus manos.”

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro.
No debemos culpar a nadie cuando algo falle: somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos (o no conquistamos).

Nuestra vida está en nuestras manos, como la mariposa azul... Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella.

Pues como dicen: El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón, saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca.

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