CUENTO: EN BUSCA DE LA PAREJA PERFECTA
“Nasrudin conversaba con un amigo...
- Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte?
- Entonces, ¿Nunca pensaste en casarte?
- Si pensé —respondió Nasrudin— En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta, con el cuerpo perfecto, la cara perfecta, la sabiduría perfecta.
Crucé el desierto, llegué a Damasco, y conocí a una mujer muy linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.
Continué viajando, y fui a Isfahan; allí encontré una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no me parecía bella su mirada.
Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza muy bonita, sabia, y conocedora de la realidad material.
- Y… ¿por qué no te casaste con ella?
- Ah, ¡compañero mio! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto”...
Cuantos de nosotros estamos como el personaje de la historia, buscando una pareja perfecta o lidiando con que la pareja que ya está a nuestro lado, lo sea. Queriendo que llene nuestras expectativas, olvidando que todos somos seres humanos con cualidades y limitaciones. Cuando amamos incondicionalmente, aceptamos a los demás tal como son, sin la condición de que sean de tal o cual manera. Cuando amamos sinceramente, gravitamos hacia un alma afín.
- Y… ¿por qué no te casaste con ella?
- Ah, ¡compañero mio! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto”...
Cuantos de nosotros estamos como el personaje de la historia, buscando una pareja perfecta o lidiando con que la pareja que ya está a nuestro lado, lo sea. Queriendo que llene nuestras expectativas, olvidando que todos somos seres humanos con cualidades y limitaciones. Cuando amamos incondicionalmente, aceptamos a los demás tal como son, sin la condición de que sean de tal o cual manera. Cuando amamos sinceramente, gravitamos hacia un alma afín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario