La felicidad que se obtiene de las virtudes es muy superior a la que se consigue por la posesión de riquezas. Lamentablemente, muchos jóvenes educados de hoy van en pos de las riquezas, la fuerza física y la amistad. Pero todo esto tiene poco valor sin la riqueza del carácter. Tanto para el hombre como para la mujer, el carácter es lo fundamental. Si nos falta carácter, nos hacemos débiles en todo
s los demás aspectos. Sepan que nuestra fuerza reside en el carácter, no en el dinero que ganamos. Lo que hace hoy falta no es riqueza material. La riqueza no puede otorgar la auténtica felicidad. Por eso, gánense la riqueza de las virtudes, mediante el cultivo de un buen carácter. Sin un buen carácter, todo aprendizaje será fútil, tarde o temprano. Encarnaciones del amor: efectúen todas sus acciones con buen carácter y pureza de corazón. Sepan que incluso un pequeño acto, si fue efectuado con un corazón puro, lllega a ser fructífero.
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