Crista Clarividente

miércoles, 20 de abril de 2011

QUE ES LA SUERTE



¿Qué es la suerte?
Ningún concepto tan popular como difuso, por su vasto significado. Básicamente, al hablar de suerte nos referimos a la casualidad o el azar. Este término se refiere al encadenamiento de los hechos, que se considera fortuito o casual. También a la circunstancia de ser, por simple casualidad, favorable o adverso aquello que acontece. Es aquello que sucede o puede suceder para bien o para mal. Un "orden" impredecible que regularía el curso de todo lo existente. Lo que no significa que todo lo que sucede en el mundo sea sin orden ni lógica. Existen infinidad de leyes físicas, culturales, astrológicas, sociales, que actúan permanentemente sobre los hombres. Nada está absolutamente librado al azar ni completamente regido por las leyes.
Es la creencia en que existe la posibilidad, vivir en bienestar o caer en desgracia y que esta situación es producto de la casualidad y no el resultado de un propósito.

¿Existen los "golpes de suerte"?
Sí. Cuando se dice que es afortunada, significa que el "orden" en el que se manifiesta su vida y cobra forma es favorable. Los golpes de suerte se vinculan con aquellas acciones humanas que no han sido previamente calculadas, aunque signifiquen el resultado indirecto de la labor, el estudio y el compromiso humano. Ganar un premio es un golpe de suerte en la medida en que es impredecible, no obstante si la persona tuvo llevar adelante una serie de actos para lograrlo. Quizás hasta haya acudido a la magia, al uso de una amuleto o simplemente no haya hecho nada.
Los golpes de suerte siempre abedecen al azar. Son un cambio imprevisto del sistema de relaciones y no se pueden anticipar, salvo por medio de los oráculos.

¿Si existen los golpes de suerte, significa que también existe la mala suerte?
Tal cual. Puede suceder que en un momento determinado a una persona le ocurran una serie de hechos desagradables, producto del azar, un robo, un accidente, una estafa, etc. Por supuesto, siempre se encuentra una explicación que de cuenta del motivo que dió lugar a la catástrofe; es más, la astrología y la psicología suelen explicar esta clase de situaciones por la presencia de un tránsito adverso, o por la existencia de un trauma infantil capaz de conducir al ser humano a la destrucción, la segunda. Por otra parte, la parapsicología o la magía pueden descubrir el origen de una tragedia detectando el origen de la energía que la causó. Todas son explicaciones que interpretarán el hecho adverso, sin dejar a la vez de reconocer en el azar una participación activa, sea para bien o para mal.

ç¿Si un margen de azar interviene en el desarrollo de todo lo viviente, se puede orientar a nuestro favor?
Si. La magía desde su nacimiento se ha basado en la creencia de poder manejar las energías que, de manera azarosa, gobiernan el mundo. La propia creencia en que los hechos ocurren sin deberse a un orden previamente dispuesto, incita a querer atraer, modificar, manipular, canalizar esta energía imperante para que se vuelva favorable. Así es como nacieron las supersticiones, que por lo general involucran a objetos, flores, plantas, piedras, colores, animales o rituales a los que se les atribuye el poder de atrapar fuerzas que pululan en el ambiente y concentrarlas en su interior.

¿Es posible que el uso de talismanes permita al azar tornarse favorable a nosotros?
Según científicos de naturaleza positiva, el talismán es una imagen, una piedra o una medalla preferiblemente de forma circular, que lleva grabado el planeta del signo que le corresponde. Preparado bajo la influjos celestes positivos, sirven para compensar la negatividad y aportar beneficios al que lo lleva, gracias al poder espiritual del mismo planeta. Respecto al origen de esta palabra no hay acuerdo. Para algunos eruditos la palabra "talisman" es de origen árabe y significa "imagen sagrada". Según otros estudiosos de lo oculto, la palabra es de origen griego y significa "voluntad", pero en algunos textos herméticos esta denominación es usada cuando se refieren a la fuerza astral.
El talismán, de naturaleza positiva, debía ser preparado en el momento planerario favorable. Ser bendecido a la hora planetaria exacta, con oraciones y salmos correspondientes y usando palabras de poderosas cualidades magnéticas para atraer cada vez más la buena suerte.

¿Cómo opera un talismán en quien lo usa?
El talismán es un reforzador espiritual que actúa en favor de la psique. El poder de un talismán es la autogestión activa de la mente, el alimento necesario para estimular la acción. Un mago conocedor de las ciencias ocultas podía convertir un objeto cualquiera en un verdadero talismán. Consistía en figuras simbólicas rodeadas de jeroglíficos, sellos esotéricos, palabras mágicas y sellos cabalísticos, escritos en árabe, hebreo, griego o latín.
Riccardo Plank, el médico empírico del siglo XX escribió sobre los talismanes diciendo que son "el escapulario" en donde se depositan la oración, el alma, la fe, la voluntad y el deseo del éxito. De manera que estando encerradas todas en un objeto bendito y magnetizado, cargado de una energía misteriosa pero existente, aportan fe al hombre y en el camino de buenaventura que recorrerá. Esta fuerza es fundamental para llegar al éxito.

¿Cómo actúan los amuletos? ¿En qué consisten sus cualidades?
Un amuleto es un objeto de superstición. Puede ser definido como un objeto material sobre el cual se ha escrito o pronunciado un hechizo. Se usa para protegerse contra peligros, enfermedades, demonios, fantasmas y magia negra; y también para proporcionar dicha y buena suerte. El hombre primitivo, el primero que vio la luz del Sol, no sabía leer ni escribir ni conocía las antiguas escrituras. Por ese motivo, debió dirigir a Dios o a los dioses oraciones propias, lamentos, cantos, llantos e invocaciones de su invención para que las entidades del cielo le mantuviesen con buena salud durante la vida cotidiana.
El amuleto representa la protección homeopática del hombre y es de naturaleza negativa. Llamado también el "encantamiento pasivo", su designio es proteger contra el mal.

¿Las supersticiones impiden o estimulan la mala suerte?
El efecto de toda creencia puede ser tanto positivo como negativo. Si una persona se aferra de manera inamovible a una superstición, lo más probable es que esta obsesión se le vuelva en contra al limitar su conducta. Una de las condiciones psicológicas para tener al azar de nuestro lado es actuar con libertad y confianza.
Toda superstición es una creencia o práctica no basada en hechos sino en el temor o la ignorancia de lo desconocido. Es restrictiva, porque establece una serie de prohibiciones o principios que hay que respetar si lo que se pretende es no ser víctima de la mala suerte. Por otro lado, cada vez que concebimos nuestros actos como influyentes y portadores de energía nos volvemos supersticiosos. Sin embargo, este hecho puede resultar positivo al alimentar la fe en los actos personales y su capacidad de proyectar la energía excedente, lo mismo que recibir la que emerge del entorno.

TALISMÁN DE PARA LA BUENA SUERTE

Para que tengas buena suerte en el día de hoy debes treinta centímetros de papel de aluminio y lo doblarás sobre sí mismo. En el mortero pondremos ocho granos de pimienta negra un pedazo de nuez moscada una cucharada de sal gorda y unas hojas de albahaca. Lo machacaremos con la mano de mortero y la pasta resultante la depositaremos en el centro del papel de aluminio, encima de la pasta colocaremos cinco hojas de perejil fresco, cerraremos el paquete en cuatro para que nada se escape y lo introduciremos en una bolsa de color verde. Llevaremos el paquete encima y lo renovaremos cada primer miércoles de mes.
 
¿El número 13, la rotura de un espejo, toca madera... son supersticiones ciertas o falsas?
Tratándose de creencias no se suele hablar de verdad o falsedad, sino de autosugestión. Por eso toda la superstición es un arma de doble filo y limitan las acciones humanas de modo negativo. Por ejemplo, se cree que el número 13 trae mala suerte. Esta es una antigua superstición a la que hoy todavía se aferran muchos. Algunos creen que es de mala suerte que 13 personas coman juntas, ya que supuestamente una de ellas morirá en el término de un año. El viernes 13 supuestamente trae mala suerte, y muchos se muestran cautelosos en las actividades que planifican para ese día. Nadie sabe de donde viene la mala fama del número 13. En la última Cena había 13 personas: Jesucristo y los doce apóstoles. La última cena fue seguida por la crucifixión de Cristo, y así el número 13 fue nuevamente relacionado con un hecho terrible.
Se cree que Jesucristo fue crucificado un viernes 13. Esto explica por qué el día viernes 13 es considerado de mala suerte, un mal día para comenzar un nuevo trabajo, para salir de viaje, para cortarse la uñas o casarse.
Otra superstición bien conocida tiene que ver con romper un espejo, lo cual supuestamente, acarrea a la persona siete años de mala suerte. Toda creencia como la de tocar madera puede resultar perniciosa cuando nos influye temor.

¿Para ser un grande en la historia, hay que ser supersticioso o tener suerte?
Nadie creería que Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, es un supersticioso de cuidado. Llama pava a la mala suerte, y afirma que algunos objetos o personas, incluso costumbres, son pavorosas. Asegura que nunca ha fumado desnudo, ni se ha puesto chaquetas a cuadros o recibido a personas que atraen a la mala suerte.
Otro gran supersticioso fue el consagrado escritor brasileño Jorge Amado, autor de Doña Flor y sus dos maridos, quien evitaba al máximo pasar por aleros en construcción, debajo de escalinatas y más bien creía que los gatos negros traían buena suerte.
Otro personaje supersticioso fue el Rey francés Enrique II de Valois, siendo esta característica uno de los pocos puntos en común que tenía con su esposa Catalina de Médicis. Juntos protegieron a Nostradamus, quien devolvió el amor de los reyes dándoles pócimas de fertilidad a la reina (las cuales al parecer surtieron efecto) y vaticinando al rey que iba a morir en una justa caballeresca (otra cosa que se cumplió con pavorosa veracidad).

¿Qué es el destino?
Lo contrario a la existencia de la suerte es la creencia en el destino. Son muchas las religiones que se ocupan de explicar que todo lo que acontece en la vida humana sucede de acuerdo con un plan divino; una fuerza superior, creadora y responsable de la existencia de los hombres. Un poder imperioso e inexorable, una voluntad ciega que determinaría que el encadenamiento de los hechos suceda conforme a lo dispuesto por Dios.

¿Existe otro enfoque distinto al religioso, que considere que no todo se debe al azar?
Sí, claro. Los astrólogos reconocen el destino y el libre albedrío. Para esta ciencia no todo se puede predecir y el destino no es irrevocable porque existe siempre lo que Albert Einstein llamó "margen de incertidumbre". Para la astrología el futuro de cada persona dependerá en gran parte de la libertad de sus elecciones; lo que no significa que los astros le planteen circunstancias favorables o no, y que transformen su suerte en positiva o en negativa.
La astrología no es fatalista. Reconoce la existencia del libre albedrío. Cosa que también admiten muchas religiones. Y así podríamos decir que el destino, en función de las corrientes señaladas, no existe, si no que lo vamos haciendo día a día.

Trucos para atraer la Suerte


La moneda de la suerte
Llevar en la mano una moneda de oro o de plata, nos ayudará a conseguir lo que deseamos cuando tengamos que negociar cualquier asunto relacionado con el dinero o el trabajo.
El poder de los abanicos
Dicen que abanicarse trae buena suerte y espanta las malas vibraciones, pero nunca hay que hacerlo con la mano. Otro de los motivos por los que conviene tener siempre un abanico en el bolso es porque aseguran que retrasa el envejecimiento.
Alfileres en la ropa
Llevar un alfiler prendido en la chaqueta o en los pantalones nos ayudará a ganar en los juegos de azar. También da buena suerte si encontramos uno en el suelo y la cabeza apunta hacia nosotros. En ese caso debemos recogerlo. Sin embargo, si lo encontramos al revés y la punta es la que mira hacia nosostros, lo dejaremos donde está, ya que podría traer mala suerte.
Una escoba detrás de la puerta
Poner una escoba al revés detrás de la puerta de casa, no sólo aleja de nuestra casa a las brujas y malos espíritus, sino también a las visitas no deseadas.
Una llave siempre en el bolsillo
La llaves son uno de los amuletos más poderosos que existen. Las mejores son las de hierro y cuanto más antiguas mejor. Hay que llevarlas en el bolsillo derecho del pantalón, en el bolso o colgadas del cuello y apretarlas con fuerza cuando queramos que la fortuna nos sonría.
Plumas para volar
Antes de subirnos a un avión, recomiendan que llevemos un par de plumas de paloma en nuestra bolsa de viaje. Además, si el viaje es de negocios, nos ayudará incluir también un termómetro, ya que el mercurío favorecerá todo nuestros esfuerzos.
Bañarse desnudo
Entrar en el mar, en un río o en la piscina sin nada de ropa atrae la buena fortuna. También dicen que es buena señal sorprender a alguien cuando se está bañando desnudo.
Flores para los enfermos
Si queremos que alguien se recupere pronto le regalaremos flores rojas, siempre en número par. Las blancas en cambio no son recomendables, como tampoco ponerlas en la cama.
Velas rojas en Nochevieja
En Nochevieja, para que el año sea propicio, pondremos sobre la mesa velas rojas con purpurina dorada. Otra idea muy extendida para que no nos falte el amor ni las conquistas, es ponerse ropa interior de color rojo. Y desde luego, que no se olviden las uvas, o en su defecto, un buen plato de lentejas como hacen los italianos.
Plantas verdes
Si quieres sentirte bien en un lugar en el que pases muchas horas, corre a la floristeria y compra unas plantas de hojas verdes y rodeate de objetos de este color, porque el verde es un color que relaja la vista, aporta vitalidad y optimismo. Al poco de comprar unas plantas de hojas verdes notarás sus efectos.

PARA QUE LA SUERTE DE UN VUELCO A TU FAVOR
A la luz de una vela naranja, quema incienso apropiado y canturréa o recita la siguiente invocación site veces consecutivas. Se dirige a las deidades de la suerte y de la justicia.
Venid hacia mi.
Llamo a las Divinidades de la Justicia.
Volcad la suerte a mi favor,
hacedeme ganar,
traedme la prosperidad, el amor y la amistad.
Que todas mis empresas conozcan el éxito.
Vuestra es mi gratitud para siempre jamás.

PARA ATRAER LA BUENA SUERTE :

Poner una hoja fresca de laurel en la cartera (monedero, billetero), cuando se haya secado quemarla y tirarla al mar o a un rio y poner otra en su lugar, así sucesivamente, hacerlo cuando la luna esté en cuarto creciente ...

PARA ROMPER UNA MALA RACHA

En los momentos en que todo parece irnos mal, no hay nada mejor proceder a efectuar la siguiente fumigación. En un recipiente metálico, con el asa protegida para evitarnos quemaduras, pondremos: Dos pastillas de carbón para incienso mojadas ligeramente con alcohol de quemar. Con cuidado, encenderemos el carbón con cerilla de madera, una vez prendido dispondremos encima de él, 4 cucharadas de ruda, 4 de romero, 4 de espliego y 4 más de anís estrellado (dichas plantas las encontrarás en cualquier herbolario). Nos pasearemos por toda la casa, procediendo a purificarla con el humo resultante. Os aseguro que si hacéis esta operación todos los primeros martes de mes, vuestra suerte dará un giro muy positivo.
 
AHUYENTAR LA MALA SUERTE

A veces, pasamos temporadas en las que tenemos la sensación de que todo nos sale mal, apoderándose de nosotros la certeza de que estamos gafados. Para romper lo dicho, compraremos un limón macho (tiene como un moñito en una de las puntas) bien grande. En él, insertaremos tantos alfileres de cabeza morada como años tenemos, procurando que su distribución sea uniforme. Una vez hecho, pondremos un lecho de sal en un platito y encima depositaremos el limón rociado con unas gotas de vinagre. Pondremos el plato en un lugar discreto de la casa. Renovaremos toda la operación cada 9 días, cuidando mucho de tirar todo bien envuelto, plato incluido, en un lugar alejado de cualquier vivienda.

MUCHA SUERTE A TODOS

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